Marbella Díaz Wever
La Psicología es la ciencia que estudia el comportamiento humano en su dimensión física, psíquica, social y hoy más que nunca espiritual, donde la teología, la religión y la filosofía juega un papel determinante para esperanzarnos, apegarnos y abrazarnos en el contenido de las Sagradas Escrituras, rompiendo paradigmas con la eterna presencia de Cristo hecho amor gratuito para la humanidad, a través de sus tres divinas personas.
Los que han creído en la palabra serán bautizados en el nombre único del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Comienza un nuevo año, nuevos días que serán coloridos o nublados, dependiendo de la actitud que asumas. ¡Muchas semillas se lanzan al viento! Una moda nueva, una canción, un ritmo, en fin semillas que crecen hasta constituir corrientes poderosas que movilizan a las masas y producen cambios en el ser humano.
Momento para el encuentro de personas de buena voluntad en la búsqueda de una sanación interna. Tres divinas personas que nos acompañan en nuestro vaivén por el perdón y compartir como hermanos en la conquista de un aire más humano.
En el año 1100 D.C., en la tumba de un obispo anglicano en las criptas de la Abadía de Westminster, fueron escritas las siguientes palabras:
“Cuando era joven y libre, y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Al volverme más viejo y más sabio, descubrí que el mundo no cambiaría, entonces acorté un poco mis objetivos y decidí cambiar sólo mi país. Pero también él parecía inamovible. Al ingresar en mis años de ocaso, en un último intento desesperado, me propuse cambiar sólo a mi familia, pero por desgracia no me quedaba ninguno. Y ahora que estoy en mi lecho de muerte, de pronto me doy cuenta: si primero me hubiera cambiado a mí mismo, con el ejemplo habría cambiado a mi familia. A partir de su inspiración y estímulo, podría haber hecho un bien a mi país y, quien sabe, tal vez incluso habría cambiado el mundo”. (Anónimo)
Definitivamente Dios hizo a cada persona con un propósito, cada quien tiene una misión específica en la vida y una tarea concreta que exige un cumplimiento, las personas no pueden ser reemplazadas ni pueden repetir su vida; cuando cada quien conoce el propósito de su vida, comienza a crecer por un camino exitoso.
Zig Ziglar, señaló: “Sin Dios todo es lícito, pero con Dios todo es posible”. A decir verdad, muchos son los llamados pocos los escogidos.
En el camino a veces se enderezan las cargas, no esperemos el último llamado para subirnos a un tren que viaja al paraíso.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Aménse los unos a los otros.
