Miles de pasajeros y tripulantes de dos cruceros localizados en aguas asiáticas fueron puestos en cuarentena el miércoles, mientras que el número de muertos por un brote de un coronavirus de rápida propagación se elevó a casi 500.
La Comisión Nacional de Salud de China informó que 65 personas habían muerto el martes, un nuevo récord diario que elevó la cifra de fallecidos en el continente a 490. La mayoría de las víctimas eran de la región de Wuhan y sus alrededores, ciudad que se encuentra bajo quarentena y es el epicentro de la nueva cepa coronavirus que surgió a finales del año pasado.
Otras dos personas han muerto fuera de la China continental, ambas después de visitas a Wuhan. Un hombre en Filipinas falleció la semana pasada, y un hombre de 39 años murió en Hong Kong el martes debido a una enfermedad previa.
Un conductor de taxis tailandés, que se recuperó en la enfermedad, relató en una conferencia de prensa de Bangkok su profunda conmoción cuando supo que se había infectado.
“Lloré porqie tengo que cuidar de mi familia”, dijo el hombre, que llevaba una mascarrilla para ocultar su identidad. “Pero no tengo ningún resentimiento hacia los turistas o los ciudadanos chinos”, añadió.
Las autoridades confirmaron 3.887 nuevas infecciones en toda China continental, alcanzando un total de 24.324.
La propagación del virus interrumpió los viajes aéreos y más de dos decenas de aerolíneas suspendieron o restringieron los vuelos a China y varios países, incluyendo Estados Unidos, que prohíbe la entrada a cualquiera que haya estado en China durante las dos semanas anteriores.
Taiwán vetó el ingreso de personas que viven en el continente a partir del jueves.
Las alteraciones del transporte se extendieron a los cruceros esta semana con cerca de 3.700 personas que se enfrentan a por lo menos dos semanas encerradas en un transatlántico anclado frente a la costa de Japón, después de que funcionarios de salud confirmaron que 10 personas a bordo habían dado positivo para el virus.
Los pasajeros del crucero Diamond Princess en Japón describieron sus casos en las redes sociales, posteando imágenes de funcionarios en mascarrillas y trajes que realizaban exámenes sanitarios. Los turistas a bordo reciben comidas en sus habitaciones, no pueden salir a los corredores ni a la cubierta del barco.
“Esta no es una situación agradable”, dijo David Abel, un pasajero británico en un video desde su cabina del crucero subido a su cuenta de Facebook. “Lo complejo para mí es que soy diábetico insulino dependiente”.
En Hong Kong, más de 1.800 pasajeros y la tripulación fueron confinados a su crucero anclado en la ciudad mientras se les realizaban las pruebas para el virus, después de que tres personas a bordo hubieran dado positivo anteriormente.
Reuters
