Los clubes de la Serie A italiana, torneo que se encuentra suspendido desde el pasado 9 de marzo a causa de la pandemia del coronavirus, se enfrentan a unas pérdidas económicas de patrocinadores que pueden alcanzar los 250 millones de euros en el caso de que la temporada no pueda terminar.
El fútbol italiano ingresa gracias a sus patrocinadores unos 600 millones de euros por temporada, pero las competiciones suspendidas y la incertidumbre sobre si será posible reanudarlas, provocarán un perjuicio económico millonario que podría agudizarse aún más en los próximos años.
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