Marbella Díaz Wever
.Venimos de un lugar sereno y pacífico que es la esencia misma de la creación pero cuando nuestra mente se llena de diálogos ruidosos eliminamos cualquier posibilidad de recordar nuestro origen.
El bla-bla-bla, chisme, sarcasmo, parloteo incesante, habladurías negativas, opiniones malsanas o hipocresía, nos atan a un mundo superfluo, banal, lo que genera respuestas emocionales negativas: estrés, ansiedad, rabia, miedo, preocupación, dónde predomina el vacío existencial.
.Se calcula que el ser humano tiene 60.000 pensamientos diferentes cada día. El problema radica en qué la mayoría tiene los mismos pensamientos de ayer. ¿Cómo hacer para cambiarlos? La meditación es una de las maneras más sanas para hacer silencio, callar el diálogo interno, los conflictos personales y la diatriba contra el prójimo.
¿Dónde estamos parados? ¿Hacia dónde vamos? Sin duda alguna pasaremos más años en la eternidad que en la Tierra, razón por la que estamos condenados a abandonar el campo de batalla y ser felices.
.Hay dos caminos a seguir: uno, seguir con el conflicto constante, donde se pone en juego la tranquilidad, felicidad, paz mental y sosiego; y otro, retirar la artillería, enviar los soldados fantasmas a casa y reemplazar las armas de guerra que hay en nuestra mente por pensamientos de amor, bienestar, optimismo, armonía, posibilidades de logro y éxito.
.Reconcíliate con Dios, contigo mismo, con la vida y con tu semejante.
Recuerda que transitas por la senda que eliges y el destino final será el resultado de lo sembrado y de tus decisiones.
.Vive de acuerdo a tu YO verdadero, no donde habita el YO de las expectativas de los demás. Vira tu andar hacia el interior de tu ser, a la final volveremos a nuestra propia génesis.
Marbella Díaz Wever
Licda. en Educación / Orientación