Bahamas facilitará la llegada de cruceros a sus puertos desde noviembre, informó el ministro de Turismo Dionisio D’Aguilar, ante el anuncio de la naviera MSC que empezaría a navegar en el Caribe en noviembre y planea itinerarios con paradas en Nassau y su isla privada, Ocean Cay.
Todas las medidas necesarias para facilitar la llegada de cruceros serán implementadas en Bahamas cuando se reanude la actividad desde los puertos del sur de la Florida.
El crucerismo es una actividad clave en Bahamas, un país donde el turismo por sí solo proporciona aproximadamente el 60% del PIB y emplea aproximadamente a la mitad de su fuerza laboral.
D’Aguilar señaló que Bahamas dará la bienvenida a los cruceros inmediatamente después de que la naviera MSC Cruises divulgara que planea iniciar en noviembre la actividad de cruceros con paradas en el archipiélago.
MSC Cruises planifica itinerarios con paradas en Nassau y en su isla privada Ocean Cay, en el distrito de Bimini.
“Las empresas quieren entrar en el puerto de Nassau, lo cual es una buena noticia”, subrayó D’Aguilar.
“Tenemos que hacer que funcione el sistema”, subrayó el funcionario, cuyo país reabrió fronteras al turismo en julio, lo que provocó un drástico aumento de casos de contagio que obligó a volver a las medidas de confinamiento iniciales.
MSC, junto con otras líneas de cruceros, aplazó el inicio de su actividad hasta noviembre, de acuerdo con la recomendación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Bahamas dejó de exigir a los turistas que visitan el archipiélago un periodo de cuarentena en el lugar escogido para su estadía, pero a cambio, a partir del próximo 1° de noviembre, deberán someterse a una prueba molecular previa al viaje para demostrar que no están contagiados por el COVID-19.
Tanto Carnival como Royal Caribbean y NCL anunciaron que en noviembre no navegarán por el Caribe, mientras aguardan la autorización definitiva de las autoridades sanitarias de EEUU.
La agencia federal CDC amplió hasta el 31 de octubre la prohibición de navegar a los cruceros con base en puertos de Estados Unidos.